Cuando una persona comienza a perder movilidad, ya sea por edad, por enfermedad o porque se encuentra en recuperación de una cirugía, una de las preguntas más comunes es: ¿necesito un andador? Y si la respuesta es sí, la siguiente gran duda es: ¿cómo elegir un andador para mí o mi familiar?
Lo cierto es que no es tan simple como elegir el primero que veas en una tienda. Un andador no es solo un apoyo físico, es una herramienta para recuperar autonomía, para sentirse seguro al caminar y, sobre todo, para mantener la independencia el mayor tiempo posible.
Y eso, se dice rápido, pero tiene un impacto inmenso: salir a la calle, ir al baño solo, cocinar algo sencillo, visitar a un vecino. Cosas que a veces damos por sentadas, pero que, cuando falta movilidad, se convierten en retos enormes.
Pues para ayudarte a tomar la mejor decisión de compra posible, en esta guía te ayudaremos a identificar los distintos tipos de andadores para que puedas saber qué tipo de andador se adapta mejor a tus necesidades o las de tus seres queridos, considerando factores como el nivel de autonomía, equilibrio y entorno de uso.
Antes de elegir un andador: ¿cómo es tu nivel de movilidad?
Aquí viene una pregunta muy importante para poder elegir un andador: ¿cómo es tu movilidad actual? Es decir, ¿puedes caminar por ti mismo con dificultad?, ¿te sientes inestable?, ¿te cansas mucho al dar unos pasos?, ¿necesitas apoyo constante? Para que sea más sencillo, vamos a clasificar los niveles en tres grandes grupos:
- Movilidad limitada pero estable: personas que pueden caminar por sí mismas dentro de casa, pero necesitan un pequeño apoyo. Tal vez se cansan rápido o les falta equilibrio en trayectos largos.
- Movilidad media: personas que caminan, pero con dificultad evidente. Les cuesta mantener el equilibrio o se sienten inestables al estar de pie por mucho tiempo.
- Movilidad muy reducida o inestable: personas que apenas pueden mantenerse en pie sin ayuda. Necesitan apoyo constante y seguro para evitar caídas.
Entre más dificultad tengas para caminar sin ayuda, más estable debe ser el andador que elijas.
Cómo elegir un andador: Los factores que debes tener en cuenta
Ahora que tienes más claro cuáles son los distintos tipos de movilidad, es importante que tengas en cuenta que hay otros factores que pueden marcar la diferencia entre un acierto y una mala elección:
- Equilibrio y fuerza: algunos andadores necesitan ser levantados, otros se deslizan. Si tienes fuerza en los brazos, podrías usar un modelo más sencillo. Pero si no, es mejor optar por un andador con ruedas, que requiera menos esfuerzo físico.
- Altura: el andador debe ajustarse a tu estatura, ya que, si es demasiado alto o demasiado bajo, forzarás tu postura y podrías tener dolores de espalda o cuello.
- Peso corporal: hay modelos diseñados para soportar más peso que otros, por lo que es importante asegurarte de revisar el peso máximo recomendado.
- Tipo de suelo en casa: si vives en una casa con muchos desniveles, escalones o alfombras gruesas, quizá un modelo sin ruedas sea más seguro. En cambio, si el suelo es liso y continuo, puedes optar por modelos con ruedas.
- ¿Lo usarás fuera de casa? Si piensas pasear o hacer recados con él, un rollator con cesta puede ser ideal. Además, las ruedas deben ser más grandes y resistentes para sortear aceras, baches o desniveles.
- ¿Necesitas que se pliegue? Si no tienes mucho espacio en casa, o si viajas a menudo, busca modelos plegables. Algunos incluso se pueden guardar detrás de una puerta.
Con esto claro, ahora sí pasamos a los tipos de andadores y cuál conviene más según tu caso.
Tipos de andadores según el nivel de movilidad
Teniendo en cuenta tu tipo de movilidad y los demás factores que hemos mencionado anteriormente, deberías de poder elegir el mejor tipo de andador para ti según tus necesidades específicas:
Andador sin ruedas
Una opción recomendada para personas con movilidad muy limitada que necesitan máxima estabilidad. Este tipo de andador requiere que el usuario lo levante para avanzar, lo que proporciona un mayor control y seguridad en cada paso. Se suele usar en interiores, sobre todo en superficies lisas como parquet, cerámica o moqueta.
Ventajas:
- Máxima estabilidad
- Muy seguro
- Ideal para espacios reducidos
Es ideal para personas mayores con movilidad muy limitada o para personas en procesos de recuperación posquirúrgica.
Andador con dos ruedas
Este andador está diseñado para quienes tienen algo más de movilidad, pero aún necesitan apoyo. Las dos ruedas delanteras facilitan el movimiento sin necesidad de levantar completamente el andador, mientras que las dos patas traseras con topes de goma brindan estabilidad. Es adecuado para uso en interiores y exteriores con superficies lisas.
Ventajas:
- Más fácil de mover que el modelo sin ruedas
- Sigue siendo muy estable
- Bueno para interiores y exteriores planos
Muy recomendado para personas con una movilidad media que necesiten apoyo al caminar, pero que no quieren levantar el andador constantemente.
Andador con cuatro ruedas (Rollator)
Recomendado para personas con buena movilidad que requieren un apoyo ligero. Este andador ofrece mayor maniobrabilidad y suele incluir características como frenos, asiento y cesta. Es ideal para usarse en exteriores y para quienes desean descansar durante sus caminatas.
Ventajas:
- Muy fácil de desplazar
- Incorpora frenos de seguridad
- El asiento permite descansar durante los paseos
- Ideal para exteriores
Ideal para personas con movilidad pero que necesitan apoyo, sobre todo fuera de casa o en trayectos largos.
Andador con frenos y asiento
Perfecto para personas que pueden caminar, pero necesitan descansar con frecuencia. El asiento integrado permite pausas cómodas, y los frenos brindan seguridad adicional. Una opción adecuada para usarse en exteriores y en espacios amplios.
Ventajas:
- Ideal para distancias largas
- Ayuda a conservar energía
- Ofrece seguridad al sentarse
Perfecto para personas mayores que aún caminan, pero que tienen problemas de resistencia o fatiga.
Andador plegable
Para quienes necesitan transportar su andador con facilidad o tienen espacio limitado en casa. La mayoría de los modelos anteriores pueden tener versiones plegables, lo que los hace ideales para casas pequeñas o para llevar en el coche. Son ligeros, funcionales y muy cómodos si se necesita movilidad fuera del hogar.
Consejos adicionales para elegir el mejor andador
Antes de terminar, queremos compartir contigo una serie de consejos extra que consideramos que te pueden ser de gran ayuda para saber cómo elegir el mejor andador para ti:
- Consulta con un profesional de la salud: un fisioterapeuta o médico puede evaluar las necesidades específicas y recomendar el tipo de andador más adecuado.
- Prueba antes de comprar: si es posible, prueba diferentes modelos para encontrar el que se sienta más cómodo y seguro.
- Considera el peso y la altura del usuario: asegúrate de que el andador sea ajustable y adecuado para la estatura y peso del usuario.
- Revisa las características adicionales: asientos, frenos, cestas y ajustes de altura pueden marcar la diferencia en la comodidad y funcionalidad del andador.
Elegir bien un andador es dar un paso hacia una vida más segura, más activa y más libre. No se trata solo de prevenir caídas, sino de seguir caminando por la vida con autonomía.
Por eso, si tú o alguien cercano está pensando en usar un andador, toma el tiempo necesario para valorar todas las opciones. Y si puedes, habla con un especialista, pruébalo y escucha tu cuerpo.
En tiendas especializadas como OrtoFlora encontrarás una gran variedad de modelos, pero, sobre todo, la ayuda que necesitas para tomar una decisión informada.